"Es lamentable que los trabajadores continúen pagando ese impuesto injusto", aseguró Hugo Moyano en declaraciones televisivas.
"Nosotros entendíamos que así como levantó los impuestos al campo Macri también debería dejar sin objeto el impuesto a las Ganancias. Es lamentable. Aparentemente el cambio era para cambiar, pero en ese sentido seguimos igual", expresó el dirigente sindical.
La respuesta de Moyano llegó luego de que los futuros ministros Triaca (Trabajo) y Prat-Gay (Hacienda) confirmaran que no iban a eliminar el impuesto a las Ganancias, que el aguinaldo no iba a quedar exceptuado del gravamen y que recién en marzo iba a analizarse el tema, uno de los caballitos de batalla de Macri durante la campaña, igual que el cepo al dólar, que tampoco se levantará hasta que no "estén dadas las condiciones".
Por otra parte, consultado sobre la tan mentada posible unidad de las centrales sindicales, el titular del sindicato de Camioneros opinó que "haciendo buena voluntad es posible un acuerdo con el Estado y con los líderes de las otras centrales obreras. Todos dicen que estarían dispuestos si las condiciones no son perjudiciales para los trabajadores".
"La mayoría de los hombres que conducimos las organizaciones gremiales estamos convencidos de que hay que llegar a un acuerdo", enfatizó y explicó que "fue el gobierno de Cristina el que hizo todo lo necesario para que se dividiera el movimiento obrero, lo que provocó que algunos obreros no quisieran estar al calor del gobierno de turno".
En cuanto a los puntos de discusión con el nuevo gobierno y la posibilidad de mantener una buena relación Moyano enumeró: "En principio, las condiciones pasan por mantener el poder adquisitivo del salario, tratar por todos los medios que se haga lo necesario para que la inflación no desborde como lo ha hecho en los últimos años, y otro tipo de condiciones, como no quedarse con el dinero de los trabajadores en el mal llamado impuesto a las Ganancias, que es un impuesto al trabajo en realidad".
Además el dirigente recordó el planteo de que las obras sociales "de los sindicatos no sigan sufriendo por el dinero que les debe el Estado, que hoy supera los 32 mil millones de pesos". "Hay obras sociales que tienen un grado de endeudamiento muy importante. Es una perversidad que el obrero pague por su salud y la de su familia y que el Estado se quede con ese dinero. Hace ocho años que el Estado les debe plata", concluyó.
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